Un partido y nada más...

Estamos en San Salvador. La selección mexicana arribó ayer por la noche a esta capital para jugar su cuarto partido eliminatorio rumbo al mundial de Sudáfrica 2010. El estadio Cuscatlán será testigo de este cotejo que a pesar de lo que muchos nos quieren hacer creer, solo es un juego más en Centroamérica...

La hostilidad con la que el cuadro azteca fue recibido no difiere mucho de aquella cuando el equipo llegó a tierras hondureñas para enfrentar a los locales aquel triste (para nosotros) 1 de Abril del presente año. Un buen amigo mío estuvo allá los días posteriores al triunfo catracho y me comentaba que todo era alegría y felicidad. Los hondureños continuaban gozando el triunfo de 3 goles a 1 ante el rival odiado. Mi amigo, quien estaba por aquellas tierras en viaje de negocios decía que no había un solo empresario con el que hablará que no le recordara el marcador. (Como si se nos fuese a olvidar...). La única diferencia ahora es que la afición salvadoreña nos quiere intimidar haciendo mofa de una epidemia mundial originada en nuestro país. Se habla de que mañana gran parte del estadio irá a presenciar el encuentro con un tapabocas en el rostro, icono de la reciente epidemia de influenza...

Muchos dirán que estas acciones son de muy mal gusto. Yo considero que es normal. Que es parte de la presión que ejerce el aficionado hacia el equipo rival. Más que un insulto hacia nuestra nación en general, lo veo como un mero recurso extra fútbol para sacar ventaja. Inclusive podría ser hasta benéfico para la selección mexicana, Jugadores como Nery y Cuauhtemoc son los que toman estas “agresiones” como combustible para dar un mejor rendimiento. Entendamos también que para los salvadoreños, el hexagonal es su mundial. Un torneo en donde se les brinda la oportunidad que no siempre tienen cada 4 años de enfrentarse a México, Estados Unidos y Costa Rica y darles una zancadilla en su carrera hacia la máxima competición futbolística. La última vez que El Salvador estuvo en un mundial fue en 1982. 27 años han pasado ya desde ese acontecimiento. Más de una generación de salvadoreños jamás ha visto a su equipo estar en la elite del fútbol. Son pocas las ocasiones que tienen de jugar en casa ante equipos grandes. Por ende, cuando se les presenta la oportunidad, la aprovechan al máximo. La viven intensamente...

El asunto del tapabocas no es mas que una piedra nueva para la honda de David que busca tumbar a Goliath. ¿Acaso no nos ilusiona ganarle a Estados Unidos en béisbol? Bueno es exactamente lo mismo. Siempre el más débil, siempre el que se encuentra abajo en las apuestas trata de dar la campanada, y para ello aprovecha el máximo de los recursos posibles. Se entretienen con nuestros canales de televisión, los supermercados están llenos de productos mexicanos y en la radio se escucha nuestra música. Esto simple y sencillamente es un partido de fútbol y nada más. No es personal de ninguna manera, o por lo menos no lo deberíamos ver así...

En cuanto al partido, creo que México va a sacar la victoria. Tengo mis reservas en la parte baja del representativo azteca si como se viene especulando, son titulares Oscar Pérez, “El maza” Rodríguez y Oscar Rojas, pero la ofensiva me parece será letal. Nery Castillo y Cuauhtemoc Blanco se entienden muy bien en la cancha. Verlos en los entrenamientos me hace recordad aquella complicidad entre Romario y Edmundo. La incógnita aquí seria Guille Franco, pero creo que aún y sin haber estado jugando en el Villarreal, el delantero de origen argentino tendrá un buen desempeño dadas las características del la defensiva salvadoreña.

Si bien los aficionados salvadoreños están en su papel, una cosa me queda clara; la hostilidad con la que nos recibieron no será una ventaja para ellos de la misma proporción, como lo será la desventaja cuando ellos nos visiten en el azteca. Y es que, 110,000 gargantas completamente sanas, buscarán cobrarse el desprecio...