domingo, 31 de mayo de 2009

El enemigo esta en casa...


Tenemos ya al decimoctavo equipo de la primera división del fútbol mexicano. Los Gallos Blancos del Querétaro pertenecen ahora a la elite de nuestro balompié. Al menos por los siguientes dos torneos. Regresan los queretanos después de haber descendido en el 2007 gracias a la reducción automática de 3 puntos por no haber cumplido la regla de los menores. La manera en que obtienen esta plaza fue por demás dramática. Después de 120 minutos empatados en el marcador global, los locales Venados de Mérida y los Gallos Blancos del Querétaro se iban a la tanda de penales, en donde el conjunto del centro de México obtuvo la victoria. Una victoria que se veía venir desde muy temprano en el partido...

La “moda” de tener ex jugadores jóvenes en el banquillo como técnicos es un arma de doble filo. Posiblemente se gana en dinámica e ideas nuevas pero se pierde en experiencia y sabias decisiones. David Patiño simplemente no tomó en cuenta que había que evitar el alargue a toda costa ya que físicamente no estaban preparados para ello. La prorroga lo demostró cuando Corona jugó acalambrado. Los yucatecos estaban fundidos. Sus homólogos queretanos no estaban en optimas condiciones pero si mucho mejor que los locales. Esto era visible desde semanas atrás. Mientras que Querétaro tuvo 3 semanas de descanso y planeación al no disputar la liguilla del Apertura 2009 de la primera “A”, Venados estuvo jugando dos partidos por semana. Cuartos de final, semifinales y final. Partidos de presión y bajo intensas temperaturas. Una final previa a la “final” ante Tijuana. Era más que obvio que a Venados no le convenía jugar los tiempos extras. Sin embargo, durante casi toda la segunda mitad del partido el equipo dirigido por David Patiño parecía firmar la prorroga. La inexperiencia cobró una factura muy cara.

A su vez desaprovecharon el pequeño momento en que estuvieron encima del equipo contrario. Simplemente no supieron concretar. Y es en estos momentos en donde el desgaste físico se da en su mayor proporción. 10, 15 minutos de intenso ataque, de buscar matar al rival sin obtener frutos son precedidos por un bajón en la condición física y el ánimo. Lo que Querétaro supo administrar, Venados lo perdió muy temprano en el encuentro. Más que aciertos de la defensa queretana, fueron desatinos de la ofensiva yucateca.

Aunado a esto, salvo el cambio obligado de Carlos Cariño por lesión, los demás fueron mal realizados por el técnico de Venados. Patiño quemó sus cartuchos demasiado temprano y eso le costó caro a la hora de los penales. Esto exhibió la incongruencia del timonel yucateco ya que si la idea era irse a los tiempos extras entonces simplemente no puedes hacer tu tercer cambio al minuto 78 de tiempo corrido. Las consecuencias; 1.- jugar con prácticamente 10 hombres durante los 30 minutos de la prorroga ya que Corona estaba acalambrado y si bien estuvo en el terreno de juego, no significo mucha ayuda al equipo y 2.- obligar al resto de la escuadra a cubrir ese 10% faltante en trabajo hombre.

Si la directiva y el cuerpo técnico del conjunto de Mérida creyeron que el clima de la ciudad iba a ser un aliado, pues se equivocaron, ya que con la carga de trabajo que tenían encima, los más de 40 grados de temperatura terminaron por fulminar a la mayoría del conjunto de la península. Jugar a las 3 de la tarde no les resultó tan ventajoso después de todo. Si bien el estar jugando a esta hora, con estas temperaturas cada quince días te hace acostumbrarte y por ende tener una ligera ventaja sobre tu rival, esto no aplica cuando traes semejante carga de trabajo. Al contrario le entregas esa ventaja a tu enemigo.

Las florituras deben ser esporádicas para que no pierdan su esencia, la cual es sorprender al rival y lograr una ventaja en la jugada. Cuando se hacen de manera repetitiva estas pierden su nombre para convertirse simplemente en un recurso más. Pero cuando estas no solo se hacen de manera repetitiva sino que también se hacen mal, entonces estamos hablando de sendas tonterías. Ahora entiendo porque José Luis “El parejita” López juega en la división de ascenso. No es posible que cada vez que lo marcan cuando tiene la pelota ya sea arriba o abajo en la cancha quiera quitarse la presión del rival dominando la pelota para después terminar con un despeje a tierra de nadie o un “tornillo” en el aire. Cuantas pelotas se perdieron por esta estupidez suya...


Cara le costó la lección a los Venados. De las manos se les escapó una oportunidad que tal vez jamás vuelvan a tener. “Deseo regresar a primera” dijo después del partido Carlos Cariño. Eso no lo dudo Carlos, pero hay que tener capacidad y experiencia. La primera no dudo que exista, y la segunda, la segunda bueno, esa, esa espero ya la tengan...

1 comentario:

  1. jajajaja a los venados nos los venadeamos chido! venga gallos y ahora a vengarnos de los ojetes del santos que pagaron por que la femexfut nos quitara 3 puntos! de no haber sido asi los descendidos hubieran sido ellos! no pero bueno... la cheve paga! pues its payback time baby! jajajja se la van a pellizcar santistas tierrosos y rancheros! Venga mis gallos a ganar!

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